martes, 5 de marzo de 2013

Introducción

La evolución socioeconómica de Venezuela solo puede ser comprendida aclarando su particular forma de generar y distribuir riqueza y su inserción en el sistema internacional. Numerosos estudios la han caracterizado como un tipo especial de desarrollo, basado en una renta inyectada desde el exterior. La forma económica adoptada se ha denominado capitalismo rentístico o, para abreviar, "rentismo". Se entiende por capitalismo rentístico un sistema capitalista, fundamentado en la propiedad privada de los medios de producción y la iniciativa privada en la economía, y regulado por el mercado, pero que funciona debido a ingresos rentísticos que recibe desde el exterior, no generados por su propia actividad productiva interna.

Se han dado muchos casos históricos de procesos rentísticos de mayor o menor intensidad o duración. Los ingresos pueden provenir de ayudas financieras internacionales, pago de deudas de guerra, o, como en el caso de Venezuela, de la producción y exportación de un bien ligado al territorio nacional o regional. Este bien proporciona ingresos extraordinarios, muy por encima de la ganancia media en otras empresas nacionales o internacionales en otros sectores. Estos ingresos pueden ser recibidos fundamentalmente por individuos privados o por el gobierno, o bien repartirse entre ambos. El gobierno, cuando lo recibe, distribuye estos ingresos extraordinarios en diversas formas de gasto público y, a través de ese gasto, funciona la economía capitalista, que es productiva pero dependiente de esa renta para poder funcionar. En este trabajo, se llamará "distribucionismo" a tal sistema de reparto de la renta. La idea de renta como transferencia unilateral se halla en Marx (1867) y la de renta petrolera  no es un aspecto nuevo y no es única de Venezuela. La diferencia radica en sus magnitudes relativas con respecto al aparato productivo interno y en el distribucionismo. En un sistema democrático, cuando una gran parte de esa renta es recibida por el gobierno, es frecuente utilizar ese reparto para captar apoyo político. Es decir el distribucionismo está asociado al clientelismo.

La distribución toma formas directas (transferencias, subvenciones, compra de bienes, contrato de obras públicas) e indirectas (servicios públicos de bajo costo, bajos impuestos, sobrevaluación de la moneda, etc.). La distribución puede ser realizada por distintos tipos de gobierno y en diversas formas y esto tiene diversas consecuencias económicas, sociales y políticas. Por otra parte, tal distribución o, más exactamente, su efecto sobre la riqueza, es desigual, favoreciendo a ciertos grupos. Esta desigualdad hace posible la inversión privada y se amplifica por la actividad privada misma, apoyada por la renta.

En las entradas siguientes se discute la aplicación de estas ideas al sistema económico y social de Venezuela. Primero, se presentan las características principales del rentismo en Venezuela durante el período de su instalación, 1915-1935, y el período de consolidación, 1936-1958. Luego, se analiza el período 1958-1981,  en el cual la economía rentística y distribucionista tuvo su auge. En particular, se presentan las macro-características del distribucionismo partidista centralizado (basado en la dirección de unos pocos partidos políticos) y se analizan los eventos principales de este período en relación con este tipo de política; después, se dan más detalles sobre los aspectos económicos, políticos, sociales de este tipo de distribucionismo, sus consecuencias negativas  y positivas, incluyendo los cambios que genera en las formas de pensar y actuar. La entrada siguiente describe la crisis del sistema rentista producida por la caída del ingreso petrolero y la última entrada de este ensayo discute posibles salidas de la crisis.

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