jueves, 4 de abril de 2013

La instalación del rentismo en Venezuela: 1.915 - 1.935

a. Lo esencial fue la instalación en el país de una economía basada en el reparto de la renta petrolera que persiste hasta la fecha. Ese reparto, que se discutirá más adelante en otras entradas, adoptó diferentes formas.

b. Gobierno con altos ingresos no dependiente de los contribuyentes.

La dictadura utilizó esos ingresos para:
  • Reforzar las fuerzas armadas, como lo demostró Angel Ziems (1979)
  • Construir carreteras y otras obras de infraestructura
  • Apoyar el desarrollo económico, mediante créditos y monopolios concedidos a parientes y amigos del dictador.
Se renunció a una explotación nacional o estatal del petróleo. Se creó así un sistema de distribucionismo estatal asociado al dictador de turno, que favoreció a un grupo restringido de personas.

c. Aumento de la inversión. En el período de instalación de las empresas, la alta inversión produjo un enorme empleo, relativamente bien remunerado, que originó desplazamiento de todo tipo de servicios y población hacia las regiones petroleras. Este empleo declinó en la fase de explotación.

d. Relaciones propietario (Estado), explotador (empresas petroleras) y consumidor. Casi inmediatamente comenzaron las complicadas relaciones entre el propietario del recurso y el explotador. La complicación proviene de la dificultad de evaluar cuánto se cobra por el acceso y la explotación del recurso, que para el propietario no tiene ningún costo. Pero éste trata de exigir la máxima renta, mientras que el explotador intenta reducir al mínimo lo que paga por este acceso.

Una sucesión de leyes petroleras y de modificaciones trataron de regular estas relaciones. No se entrará en la discusión detallada de la naturaleza de esta renta y de los antagonismos entre ambos actores: el estado propietario y el explotador. Baste decir que esta renta tiene un carácter internacional, y su relación causal con la propiedad de la tierra es la que la mantiene. Es decir, todos los propietarios que tienen el recurso cobran una renta por el acceso al mismo. Aún para las peores tierras (o las más pobres en recursos) se pagan derechos de uso de la tierra o de sus recursos. Se la ha llamado renta absoluta (Carlos Marx), pues no depende del costo del producto en otras tierras. La explotación en las  tierras menos productivas determina el precio internacional. Las más productivas perciben una renta diferencial (David Ricardo, 1817), que se la puede apropiar el terrateniente o el explotador o repartirse entre ambos. El interés del dueño de la tierra es minimizar la producción (sobre todo en el caso de recursos agotables) y maximizar los precios, mientras que el explotador trata de maximizar la producción, preocupándose menos del agotamiento, ya que, a diferencia del propietario, puede desplazar la fuente de su ganancia a otras regiones o a otros tipos de negocios. Por otra parte, los consumidores (mayormente en países extranjeros) desean el precio mínimo. Las empresas explotadoras medían entre propietarios y consumidores. Buscan bajar los precios a costa de la renta absoluta del propietario y quedarse con la mayor parte de la renta diferencial, lo cual las impulsa a buscar yacimientos más productivos. Los explotadores están aliados con los consumidores en bajar la renta del propietario, pero se unen a los propietarios en la defensa de precios altos. En muchos casos, el acuerdo entre explotadores y consumidores se refuerza cuando pertenecen al mismo país frente a un propietario extranjero. La defensa de la renta tiende a llevar a acuerdos entre  los propietarios. Se remite al lector al trabajo pionero de Bernard Mommer (1988) para el tema.

Es posible estimar la renta suponiendo una tasa normal de ganancias para las empresas y una tasa normal de impuestos, calculando las diferencias de esos valores con los realmente medidos, tal como lo hicieron Asdrúbal Baptista  y Bernard Mommer (1986). Otro estudio revelador es la comparación de las horas de trabajo invertidas por el país en la producción de un barril de petróleo y la invertida por los países que venden a Venezuela bienes que se intercambian por ese barril. El estudio de Mommer revela que la relación, favorable a Venezuela, es de 2.46 en 1.948-1.960, 3.16 en 1.961-1.971, 4.21 en 1.972-1.973 y 9.16 en 1.974-1.977 con respecto a Estados Unidos.

La instalación del rentismo en Venezuela: 1.915 - 1.935

 El distribucionismo estatal-dictatorial: el enclave petrolero (1920 - 1935)


Entre 1.910 y 1.920 se otorgaron muchas concesiones a venezolanos y extranjeros, pero la explotación no fue muy grande. La más importante fue la de Venezuelan Development Co., una compañía británica (más de 200 Km2). La explotación petrolera se consolida en Venezuela después de la Primera Guerra Mundial. En 1.920, la exportación petrolera era inferior al millón de barriles anuales (906.940 barriles), lo cual representaba unos 12 millones de Bs., muy por debajo de las exportaciones tradicionales. Sin embargo, ya se percibía su enorme importancia futura, según los análisis de Gumersindo Torres y Salvador de la Plaza, especialmente para el desarrollo de los sectores energético y del transporte en el mundo. Por eso, se requerían decisiones acerca de varios problemas, como por ejemplo:

  • ¿Quién sería el propietario del petróleo?: ¿los propietarios de la tierra?, ¿el Estado?, los gobiernos regionales?
  • ¿Quiénes tendrían derecho a explotarlo?: ¿los venezolanos?, ¿empresas extranjeras?
  • ¿Cuánto deberían pagar los explotadores al propietario?

Las decisiones tomadas por el gobierno fueron que el petróleo pertenecía al Estado, lo podrían explotar empresas a las que el gobierno otorgara concesiones de exploración y explotación (de hecho, la mayoría extranjeras) y ellas pagarían unos impuestos fijados por contrato, de acuerdo con las leyes mineras vigentes. Es de hacer notar que aún no existía en Venezuela el impuesto sobre la renta.

Las razones de esta decisión se pueden solamente conjeturar. La propiedad estatal estaba fundada en la tradición colonial de la propiedad del subsuelo por el Estado, confirmada por los gobiernos republicanos sucesores, pero podría haberse cambiado, por ejemplo, siguiendo el patrón norteamericano de propiedad privada. El dictador, jefe del Estado, era propietario de mucha tierra y patrón de haciendas, pero no en las zonas petroleras. Así que no veía bien que se formaran poderes económicos criollos locales, ya que bastante le había costado acabar con los caudillos. Las compañías extranjeras, con su tecnología, capital y mercados externos, constituían una garantía de ingresos inmediatos. Por otra parte, para tales empresas era cómodo tratar con un dictador fuerte, que mantenía el país en orden y que tenía buenas relaciones con los gobiernos europeos y de Estados Unidos, en vez de tratar con muchos terratenientes o autoridades locales de comportamientos imprevisibles.

Las consecuencias de estas decisiones fueron de largo alcance.

La instalación del rentismo en Venezuela: 1.915 - 1.935


La Venezuela pre-petrolera
En 1910, Venezuela era un país en el que dominaba la economía agropecuaria, en gran parte de subsistencia, con algunos pocos renglones de exportación. Los más importantes eran: café 90 millones de bolívares (Bs.), cacao 11 millones, cueros 4.5 millones y ganado 0.9 millones. Otros productos tropicales como dividive, caucho, sarrapia, tenían aún menos importancia, según Miguel Izard (1970). El gobierno cubría su presupuesto con los derechos de importación e impuestos indirectos (a las ventas y a la actividad económica). Los ingresos del gobierno eran de alrededor de 50 millones de Bs. La población era de 2.600.000 habitantes y solamente había unas 150 poblaciones de más de 3.000 habitantes, que totalizaban alrededor del 46% de la población, según Izard. La economía consistía, en las ciudades, en actividades comerciales, profesionales y artesanales y, en el campo, de  grandes haciendas y conucos. El gobierno, que era dictatorial (General Juan Vicente Gómez, en la fotografía),  había logrado, desde 1.900 a 1.910, la unificación del país, eliminando el caudillismo.

martes, 5 de marzo de 2013

Introducción

La evolución socioeconómica de Venezuela solo puede ser comprendida aclarando su particular forma de generar y distribuir riqueza y su inserción en el sistema internacional. Numerosos estudios la han caracterizado como un tipo especial de desarrollo, basado en una renta inyectada desde el exterior. La forma económica adoptada se ha denominado capitalismo rentístico o, para abreviar, "rentismo". Se entiende por capitalismo rentístico un sistema capitalista, fundamentado en la propiedad privada de los medios de producción y la iniciativa privada en la economía, y regulado por el mercado, pero que funciona debido a ingresos rentísticos que recibe desde el exterior, no generados por su propia actividad productiva interna.

Se han dado muchos casos históricos de procesos rentísticos de mayor o menor intensidad o duración. Los ingresos pueden provenir de ayudas financieras internacionales, pago de deudas de guerra, o, como en el caso de Venezuela, de la producción y exportación de un bien ligado al territorio nacional o regional. Este bien proporciona ingresos extraordinarios, muy por encima de la ganancia media en otras empresas nacionales o internacionales en otros sectores. Estos ingresos pueden ser recibidos fundamentalmente por individuos privados o por el gobierno, o bien repartirse entre ambos. El gobierno, cuando lo recibe, distribuye estos ingresos extraordinarios en diversas formas de gasto público y, a través de ese gasto, funciona la economía capitalista, que es productiva pero dependiente de esa renta para poder funcionar. En este trabajo, se llamará "distribucionismo" a tal sistema de reparto de la renta. La idea de renta como transferencia unilateral se halla en Marx (1867) y la de renta petrolera  no es un aspecto nuevo y no es única de Venezuela. La diferencia radica en sus magnitudes relativas con respecto al aparato productivo interno y en el distribucionismo. En un sistema democrático, cuando una gran parte de esa renta es recibida por el gobierno, es frecuente utilizar ese reparto para captar apoyo político. Es decir el distribucionismo está asociado al clientelismo.

La distribución toma formas directas (transferencias, subvenciones, compra de bienes, contrato de obras públicas) e indirectas (servicios públicos de bajo costo, bajos impuestos, sobrevaluación de la moneda, etc.). La distribución puede ser realizada por distintos tipos de gobierno y en diversas formas y esto tiene diversas consecuencias económicas, sociales y políticas. Por otra parte, tal distribución o, más exactamente, su efecto sobre la riqueza, es desigual, favoreciendo a ciertos grupos. Esta desigualdad hace posible la inversión privada y se amplifica por la actividad privada misma, apoyada por la renta.

En las entradas siguientes se discute la aplicación de estas ideas al sistema económico y social de Venezuela. Primero, se presentan las características principales del rentismo en Venezuela durante el período de su instalación, 1915-1935, y el período de consolidación, 1936-1958. Luego, se analiza el período 1958-1981,  en el cual la economía rentística y distribucionista tuvo su auge. En particular, se presentan las macro-características del distribucionismo partidista centralizado (basado en la dirección de unos pocos partidos políticos) y se analizan los eventos principales de este período en relación con este tipo de política; después, se dan más detalles sobre los aspectos económicos, políticos, sociales de este tipo de distribucionismo, sus consecuencias negativas  y positivas, incluyendo los cambios que genera en las formas de pensar y actuar. La entrada siguiente describe la crisis del sistema rentista producida por la caída del ingreso petrolero y la última entrada de este ensayo discute posibles salidas de la crisis.

lunes, 18 de febrero de 2013

Venezuela: Renta petrolera, políticas distribucionistas, crisis y posibles salidas

Resumen


Este trabajo es un ensayo sobre la naturaleza particular de la economía y la sociedad venezolana desde 1920 hasta 1998, en el que se incluyen sugerencias para el manejo de la crisis. La idea es que para salir de una situación de crisis, como la que atraviesa Venezuela, hay que ver cómo se llegó a ella. Por lo tanto, la referencia al desarrollo histórico es indispensable. En el ensayo, lo económico se discute en su mutua interrrelación causal con lo social y lo político. El estudio muestra la formación de las diferentes modalidades de distribución de la renta petrolera, que son el motor de la economía venezolana. Muestra también cómo la dinámica interna del proceso y varias circunstancias externas llevaron a  una situación de crisis en que ese desarrollo rentístico se volvió inviable. Se discute el origen y la naturaleza de la crisis y se indican las que, a juicio de los autores, serían algunas estrategias y tácticas para salir de ella. El trabajo es el resultado de un estudio de varios años de los integrantes del Grupo Interdisciplinario de Estudios sobre Venezuela (GIEV) y nuevos colaboradores, así como de sugerencias, discusiones y enseñanzas de muchos y calificados profesionales que sería muy largo enumerar. Lo esencial del trabajo fue hecho antes de diciembre de 1998, así que no se discuten las medidas tomadas o propuestas por el nuevo gobierno.